Pedro García Macías
El Chofre
Comienza la temporada. Después de Ajalvir, sin “chicha ni limoná”, ha finalizado la Feria de San Blas en la plaza cubierta de la Candelaria de Valdemorillo. He visto a través de la “caja tonta” del Plus, (casi todo el rato con el sonido apagado para no entontecerme con los comentarios de David Casas, el fenicio Molés y Manolo Caballero, salvo al final de cada res para escuchar las reacciones del público) la novillada de Prieto de la Cal y la corrida de toros de Ana Romero al completo y los borregotes de Algarra a ratos, por ello me atrevo a sacar a pasear unos brevísimos apuntes de lo para mi resultó resaltable.
Como previo, en primer lugar cabe decir que el empresario Tomás Entero cuando debía haber ofrecido estar en los carteles a Fernando Cruz y Alberto Lamelas, como triunfadores del año pasado ni siquiera les dio la oportunidad de la sustitución de Alberto Aguilar, y a lo más que se “atrevió” fue a ofrecer, en un rasgo de generosidad exultante, a Fernando Cruz la posibilidad de entrar en el cartel si ninguno de los toreros del día de la corrida de Algarra triunfaba, a lo que con ética y dignidad dijo que no.
Vamos a lo que pasó en el tendido y en el ruedo. Todas las tardes alrededor de los ¾ de plaza de un aforo de 5.000.
De la novillada de Prieto de la Cal, desigual de presentación, algunos escasos de fuerza, malas lidias, me gustó el lote del venezolano César Valencia, especialmente el encastado 4º, que por lo que le hizo el torero, que no supo y no pudo, acabó orientándose y el 1º masacrado en varas, el 5º se vino arriba después de blandear de salida, devolución de “Aguardentero” que se descordó nada más salir, los novilleros “verde que te quiero verde”, bien Tito Sandoval en varas.
Las reses de Algarra sin historia, desigual de presentación, borregotes sin alma, Manuel Escribano y David Mora agasajados por un público festivalero benevolente y orejero, al compás del presidente.
Los toros de Ana Romero, corrida bien presentada, un par de ellos con los pitones escobillados, esta ganadería no pone condones con lo cual o pudiera ser que se hayan estropeado en el campo, transporte o corrales, encastada, cumplieron en varas, con interés especialmente dos que fueron aplaudidos en el arrastre, el 5º al que Paulita (que por cierto hizo un muy buen saludo capotero a la verónica al que hizo 2º de lidia) desorejó tras una buena estocada y más fundamentos que la “casquería” del día anterior, y sobre todo el 6º que se fue con casi todo pa los adentros porque Manuel Escribano, después de su rollo de portagayola (en su primero ya lo había hecho), del que el toro pasó olímpicamente, y su numerito en banderillas, no quiso ni ver y ante un toro que tenía su lidia y la complicación de la casta por supuesto, quiso justificarse con la pantomima de ahogar sus embestidas, por lo que recibió pitos al finalizar su “faena”, y como es habitual, de lujo la cuadrilla al completo de Javier Castaño (que estuvo bien aunque no acertó con la espada a la primera, pero no tan “mitinero” como la temporada pasada, cuando le pusieron la alcachofa dijo que se había entrenado mucho con el carretón, a ver si acaso), Marco Galán en la brega, Fernando Sánchez Muriel y Tito Sandoval en varas y David Adalid y Fernando Sánchez que en banderillas se desmonteraron en los dos toros y … “colorín colorado” este cuento se ha acabado