Dos festejos, una novillada de Zaballos y una corrida de toros de Raso del Portillo
Vayamos con la novillada, que como sabéis los amigos del chofre, venia precedida de la desgracia en carretera de los novillos que en un principio habían sido elegidos por la comisión taurina y que en el viaje, en el puerto de Etxegárate, sufrieron un accidente y tuvieron que matarlos y sustituirlos por los que se han lidiado hoy.
Interesante que sin ser brava, en general si fue una buena novillada, bien presentada y con mucho que torear, aunque de esto hubo poco. Bien presentada y de comportamiento desigual. Pero uno está arto ya de decir que los novilleros no pudieron, incluso Alberto Pozo recurrió a artimañas poco profesionales y toreras, para intentar conseguir algún trofeo que evidentemente no ocurrió. Esto es Orthez.
Si estuvo con ganas, sin poder, Jesús Fernández y digo que no pudo porque también estuvo por debajo de sus dos novillos, como sus compañeros. Tampoco se mereció la vuelta al ruedo el cuarto toro que le correspondió, pero esto sucedió porque ante un buen novillo, al novillero le concedieron la oreja y los buenos aficionados cabreados con tan excesivo trofeo para el novillero, se pasaron en pedir la vuelta al ruedo para el novillo, insisto ni el novillero se mereció la oreja, ni el novillo la vuelta al ruedo.
Y poquito más que contar de la novillada matinal, salvo pedir que ante un revolcón, hay que tener más profesionalidad y menos teatro, porque eso se nota mucho. Lo de Alberto Pozo no se quien de su cuadrilla se lo aconsejó, pero fue de traca. Cierto que recibió un fuerte golpe en la nariz y que pudo ser más importante, pero no se puede utilizar esto para hacer teatro del malo.
Comida entre amigos venidos de distintas partes de Francia, charleta taurina de las buenas y vuelta los tendidos para ver la corrida de Raso del Portillo. Esta fue todavía mucho mejor que la novillada de Zaballos. Y cuando digo mejor, digo manseando cual borregos babosos bodegueros y luego quedándose para la muleta para haber hecho el toreo. Bien presentada, el quinto y el sexto aplaudidos de salida. No estuvieron por la labor ninguno de los tres matadores. Robleño parecía que se estaba enfrenando a unas alimañas, en vez de toritos que hundían el morro por la arena del ruedo de Orthez , no quiso torear a ninguno de sus toros. De esto parece ser que se contagiaron sus compañeros de terna, hasta tuvimos que pasar el bochornoso episodio del Morenito de Aranda.
Después de no haber podido con un noblote encastadito segundo, el quinto salio de chiqueros entre aplausos del público de Othez por su presentación. Debió de joderle mucho a la gran figura de época burgalesa. Que ya de salida, le dijo al picador que le diera. Efectivamente no quiso ni ver al que quizás por comportamiento en los dos tercios anteriores, había demostrado ser el mejor toro de la tarde. No quiso ni verlo y lo macheteo intentado demostrar que era malo, y claro este torerillo no se había enterado que estaba en Orthez y que ahí saben más de toros que él. Todo el mundo ha comprobado que no ha sabido, ni podido, torear un toro bravo bien presentado y con el trapío para una plaza de esta categoría. Creo que este muchacho después de lo de hoy debería plantearse esto. Pena me ha dado su cuadrilla que siendo unos torerazos han tenido que aguantar carros y carretas y encima alguno se ha enfrentado al publico por defender a un mindundis que debería darle vergüenza lo que ha hecho hoy en una plaza de la máxima categoría. Esto no es España Morenillo.
Poco le hemos visto a Oliva Soto salvo su voluntad en el sexto y aprovechando la espantá del morenillo. Pero tampoco ha podido, ante un toro que como toda la corrida no se han comido a nadie, a lo más ha sido mansa, pero noblota. Ni tan siquiera ha complicado la vida a nadie, eso si, con la suficiente casta, para hacer que los torerillos le dieran los mantazos donde los toros han querido.
Decir que todos los toros recibieron más de tres puyazos, eso si, como de costumbre, masacrados en el primero y luego ya más medidos, pero eso..., como no se fían les dan candela en el primero por si acaso. De pena la suerte de varas toda la tarde.