Apuntillado y
arrastrado por las mulillas el 2012, suenan los clarines que darán paso al cerrojazo que abre la puerta de chiqueros al 2013.No es un “toro” fácil, ni mucho menos. Es un toro para lidiarlo, para someterlo, y también para lucirlo. Viene bravo este año que estrenamos. No es un año para aquellos que gustan de la comodidad, el toro chico y el billete grande. Es uaño decisivo para la fiesta, uno de esos momentos en los que las circunstancias históricas obligan a echar la pata pa´lante. Definitivamente es la hora de los valientes.
Es la hora de aquellos ganaderos que no se pliegan al toro domesticado, a la manipulación o a las imposiciones con tal de lidiar. Es el momento de aquellos que, a base de sacrificio y, salvando las dificultades, crían un toro para el espectáculo y para la emoción, no para el lucimiento cómodo de la figura de turno.
Sobran cinqueños en el campo. Sobran toros con trapío para llenar de dignidad no sólo las plazas de primera sino la mayoría de las plazas de capitalidad de provincia.
Debiera ser un año de gestas, y no de lobbys para que el balance de beneficios engorde. De momento, sólo un miembro del G (no me atrevo a poner ningún número habida cuenda de las “caídas de cartel” que hay últimamente) ha anunciado su deseo de encerrarse en Madrid, en San Isidro, con una corrida de Victorino.
No tardaron en salir al quite los Abellas de turno para quitarle la idea de la cabeza. Narices tiene que el máximo responsable taurino de la Comunidad sea, precisamente, quien quiera quitarle alicientes a la ya maltrecha feria isidril. Debiera irse, o debieran echarle. Tampoco tardó Victorino hijo en ofrecer su buena voluntad para, tal y como dijo, “facilitar al máximo” las cosas al extremeño. Mal me huele la cosa si antes de parir la gesta ya se está “afeitando” el asunto.
Pero, fíjense cómo estará la cosa que, anunciada la intención de Talavante, poco, o nada tardó Manzanares en anunciar su “bombazo” particular: una encerrona en Sevilla con toros de Cuvillo. No merece la pena ni har comentario alguno.
Es el momento de que las figuras echen la pata pa´lante y anuncien que quieren matar toda la camada del Vicotirno, Adolfo, Cuadri, Escolar…. De turno. Es el momento de que cada cual tenga su sitio de verdad, por méritos propios, por unos méritos ganados en los ruedos y no en los despachos, jugándosela delante de un toro y no por cerrar exclusivas con los empresarios más pudientes.
Y hablando de empresarios, también debiera ser el año de los valientes que invierten en el futuro de la fiesta, de los que siguen pensando que son fundamentales las novilladas, de los que luchan por mantener o resucitar las plazas de temporada.
No vale repucharse cuando el primer puyazo aparece en la cuenta de resultados. No puede imperar un modelo de feria válido para Bilbao, Madrid o Antequera. Es el momento de aquellos que a base de imaginación, esfuerzo y ganas de invertir en la fiesta, y también en su futuro empresarial, quieren cambiar un negocio del siglo XIX que malvive en el siglo XXI.
Y porqué no, es también la hora de los valientes que, desde su localidad y pagando su abono religiosamente exige el derecho a disfrutar de la autenticidad de la fiesta.
No estamos jugando las femorales. Seguir viviendo o agonizar barbeando las tablas. Es la hora de poner de largo al 2013 y dejar que se venga arriba. Es bravo, será exigente y difícil, por eso, aquellos que mandan en la fiesta deberán mostrar su oficio, deberán demostrar si valen, o no, para esto. No estamos para que nos toquen los costados. Que salgan los valientes, es su hora.
Feliz 2013.