Y ¿quien tiene la culpa?, está claro: “La Crisis” pues… ¡¡va a ser que no!! Sevilla feria de interés mundial, cientos de miles de visitantes, hostelería y hoteles completos, entradas para la feria en reventa por la mitad de precio y los tendidos sin llenarse, aplíquese lo mismo para San Isidro y San Fermín, y no nos hagan creer que en ninguno de los 3 sitios con aforos de 15.000 personas y descontando los abonados no han conseguido llenar por culpa de la crisis. No nos engañemos, a las corridas asisten tres tipos fundamentales de publico: el espectador que va a divertirse, el aficionado que va a emocionarse y el bobo de turno que va a que lo vean; ninguno consigue lo que pretende, fundamentalmente por la falta del elemento primordial en la Fiesta: “EL TORO” por lo tanto no hay que ser muy listo para entender que lo mejor es quedarse en casa.
Empezó la temporada con los llamados “desafíos ganaderos” por no llamarles “limpieza de corrales” que no vienen nada mal a comienzos de temporada, gracias a Dios no fue para adelante el tema. Seguimos con el tema de los salvadores de la fiesta refundidos en el G10, pronto se vio que lo único que pretenden salvar son sus bolsillos, consecuencia: fracaso y disolución. A lo largo de la temporada mediocridad y aburrimiento hasta que llego el primer hecho relevante de la temporada: orgasmo tomasista en Francia, todavía no nos hemos enterado del juego de los toros, de las entradas a caballos, de la bravura, de cómo se lidiaron…., pero debió ser ¡la hostia! Los espectadores llorando de emoción y otra vez la crítica sobrecogedoramente extasiada, pero todavía no he visto a ningún aficionado apesadumbrado por no haber asistido al espectáculo. Por cierto acontecimiento vendido y publicitado en toda España con viaje+entrada como si se tratara de un fin de semana a Disney, lo que nos hace pensar en las dos Francias: la del empresario y fiesta como en España y la del club taurino y aficionados franceses, ¡nada que ver! Y ya concluida la temporada el segundo y más relevante hecho que no es otro que los boletus que el maestro Toni se trajo de Francia ¡eso si que nos da envidia a los aficionados!
Quiero relanzar una idea, utopía o sueño que se publico en el libro del club taurino de Calahorra hace ya 2 lustros. Partimos de la base de que la fiesta tal como está no hay quien la levante, los intereses e interesados han conseguido sus propósitos y la fiesta del circo (perdón para la gente del genuino y siempre querido circo) se ha apoderado de las ferias y cosos españoles, por lo tanto dejémosles que gocen y siga el espectáculo.
¿Sería muy difícil crear la semana de la AFICION Y DEL AFICIONADO?
Estamos hasta las narices de ver ferias sin rematar con excusas de dinero, ganado, fechas, gilipolleces todas por imaginar……..
Haría falta una plaza como Madrid con aforo y posibilidad de público, semana no gestionada por empresarios comerciales, bien podía ser la comunidad de Madrid junto a reconocidos aficionados (sus odios se pueden volver amores) y las siguientes bases:
4 bombos: el primero 7 ganaderías de toros bravos (sin aborregar), en el segundo 7 de los llamados figuras, en el tercero 7 toreros que hayan lidiado corridas de toros bravos y en cuarto 7 promesas. Y con todo esto sorteo puro y duro: una ganadería, una figura, un valiente y una promesa ¿a que ya estáis imaginado combinaciones?
Los ganaderos tendrían plena libertad para elegir los toros, incluso realizar los lotes que seria lo único a sortear, pero también serian responsables de lo que salga por chiqueros, no nos valen excusas como hasta ahora.
Los grupos de toreros tendrían pactado los honorarios independientemente de lo que toreen y con quien toreen, siempre exigiéndoles que la lidia prime sobre el pegar pases, y que lo fundamental va a ser el tercio de varas.
Y otra cosa fundamental en esta semana ¡NO HAY TROFEOS! El aficionado con sus aplausos y abucheos a lo largo de faena seria un juez perfecto de lo que esta pasando.
Y si para terminar conseguimos que se televise con comentaristas aficionados de reconocido prestigio que consigan enseñar y no manipular, sería como encontrar al calvo de lotería.
A todo esto le podemos añadir entradas económicas, gratis para jóvenes y todo lo que se nos ocurra.
Sueño, utopía… pero ¿a que nos emocionamos con solo imaginarlo?
Feliz año
Julia Nassica