Kaparra
Como el pasado día 6 me dio por liar a mi madre para que fuera conmigo a Zaragoza para ver toros, pues aquí deseo compartir unos pareceres de como vi yo la corrida de Peñajara, en la que se enfrentaron dos Toreros.
Ya de primeras decir que Peñajara a veces da alguna alegría y otras te las da en la cara, esta ultima fue de las que para mi, en la cara me dio, y no es que fueran muy fuerte pero tres tortitas si. Uno cuando va a Zaragoza siempre va ilusionado, esta vez con la intriga de como salieran los toros, porque en los toreros, yo tenía fe; de Robleño, por lo que vi en San Fermín y sobre todo en Orthez, y de Castaño mas fe todavía desde lo de Valencia hasta ahora me ha gustado todo.
Una vez que se llega a Zaragoza, después de volverse loco para aparcar y llegar a las taquillas, de primeras te quedas un poco desangaelao, porque ves que tienes tropecientos sitios para elegir donde sentarte. Una vez escogidos los sitios, ves que a la empresa se le va la olla pa Tudela porque los precios son prohibitivos, tal cual un sol y sombra (no la bebida) cuesta 51 euros, ea, para pensárselo. Y cuando ya te sientas y ves como está la plaza en sábado y ante un cartel muy atractivo, se te cae el alma a los pies. Eso si, al mencionarle a mi madre la poca gente que estábamos, un maño de al lado me dijo “sí, estamos pocos, pero aficionados, y cuando eso es así, suele haber exigencia”, y creo que la hubo.
Los Toros de Peñajara, así de primeras me parecieron bien presentados, cierto es que hubo dos con los pitones un tanto feos porque parecían deteriorados, pero como no soy de pensar mal de primeras pensé que quizá en los corrales hubo guerra, a saber. Y esto viene a cuento porque al lado mío tenían un pequeño debate unos señores sobre el toro de Zaragoza. Algo que no tengo muy claro, porque recuerdo dos ocasiones anteriores en esta plaza que al salir los toros hubieron buenas protestas , yo incluido, y luego dichos toros nos callaron la boca. Uno fue “Aseadillo” de Cebada Gago, que por poco no se indultó, y yo modestamente creo que se lo mereció, y otro de Fuente Ymbro, que parecía un toro cebú de esos que hay por el Senegal, y ganó la concurso, toma ya. Yo les oía y recordaba todo aquello.
A mi parecer, hubo dos toros interesantes, y un tercero que dio un bonito espectáculo en el caballo aunque luego no aguantó la pelea con el torero, en este caso Castaño. Los otros tres los vi sosos, sin casta, sin poder y sin pies, los tres pilares que una vez le oí a un señor de Lakuntza. Eso me pareció a mi.
Para el cuarto toro tenia la sensación de que Castaño había vapuleado a Robleño. A Robleño los toros le engancharon mucho las telas, y la verdad es que no se si porque los toros eran así, o porque Robleño no andaba en plan Napoleón, pues con dicho nombre se le animó varias veces desde el tendido “!!!venga Napoleon!!!”.
Creo, porque así me pareció, que Castaño puso más ahínco, de hecho lo mejor vino de él y de su cuadrilla. Lo mejor fue en su primero, al que dio dos tandas en las que el toro no le tocó las telas ni queriendo, que temple, y como hizo en Pamplona con un Miura por el que no dábamos un duro, consiguió que pareciera casi bueno. En su segundo, “San” Tito Sandoval hizo que nos levantáramos del asiento, y luego David Adalid nos obligó a lo mismo con sus banderillas, un fenómeno, que hasta a mi madre la hizo aplaudir y eso que aborrece los pinchos. Dos artistas de tomo y lomo. El toro no pudo pelear mas, y se acabó en un fluss, pero que nos quiten lo bailao.
El colorado siguiente, que fue para Robleño, lo dejó crudito, apenas lo picaron y parecía que podía ser. Robleño lo intentó pero no andaba fino el hombre, y su cuadrilla tampoco. Y san se acabó.
El último toro aburrió y Castaño después de intentarlo le dio matarile y fuera, pa Madrid.
Total, yo salí frustrado. Un cartel de toreros buenos y Peñajara no echó toros para recordar, no hubo uno que tuviera 15 embestidas de fundamento. Los Serolos, unos ciruelos, podían haber puesto la de Ana Romero para el versus de Robleño y Castaño, también creo que podían haber puesto este cartel al final de feria para darle mas condimento, y sobre todo que con esos precios no va ni dios. No se como es el rollo de una empresa taurina para ganar pasta, pero si se que mas vale ganar poco y ganar algo, que ponerlo caro y no ganar.
Y antes de que se me olvide, he leído por ahí cómo opinan otros aficionados de la corrida de toros, que vieron a los Peñajara mejor de como los vi yo, con lo que llego a la conclusión de que no tengo ni puta idea y si alguno o alguna ha leído esto que no se fíe un pelo.
Maestros, milla ezker, un saludo pa la peña la greña, la del Txofre y para el que tenga moral de leer esto también.