Pedro García Macías
El Chofre
Vayan por delante mis disculpas por este título algo cutre, pero las prisas por salir al estrado ante los fabulosos acontecimientos transcurridos en tan corto espacio de tiempo me han hecho no aguantarme ni madurarlo adecuadamente.
No bien estábamos intentando recuperar el resuello del alucinaniento al que nos habían transportado los mejores escribidores, los plumillas en argot coloquial, con lo sucedido una mañana del pasado 16 de septiembre en las arenas de Nimes, donde el místico sansirolé, ese torero no va más para algunos, José Tomás para más señas, en la que llevó a cabo, según cuentan, lo más grande jamás realizado en la historia de la Tauromaquia, algo que yo titulé, inadecuadamente como os podéis figurar, como “becerrada de promoción”, porque ha debido ser tan “deslumbrante en la feria” que puede hacer que hasta alguna buena juntaletras profesional, en su día alumna ni más ni menos que de D. Alfonso Navalón, haya escrito algo parecido a que a lo mejor esta inigualable página histórica, hace que se retire de por vida a meditar y disfrutar con lo presenciado y vivido y alguna otra de la misma profesión, con quien a pesar de todo espero seguir manteniendo buena amistad, haya visto ¡por fin! la verdad y se haya reconvertido, cuando apareció con su sin par clarividencia D. Simón Casas.
Y ya que íbamos consiguiendo reconducir los aspavientos a su situación anterior, cosa realmente más que difícil, cuasi imposible diría yo, cuando para mantener las cosas a la altura y tensión adecuadamente necesaria y precisa, va el otro místico de esta película, D. Simón, este menos romántico y litúrgico, el mago gabacho, y se despacha a gusto en “mundochoto” arreándonos un discurso del mas alto nivel, con perlas extraídas de ostras de la mejor calidad, contándonos que le ha funcionado bien la caja, gracias a su buen hacer y que además ha sido el salvador de la caja de las empresas de hostelería de esa bonita ciudad.
Alabado sea D. Simón, que consigue con estos “gazpachitos” hacer malabarismos, pura magia, salvar la crisis, al hilo de esto no estaría mal que hablara con D. Mariano y no me cabe la menor duda que entre los dos nos sacaban de la crisis sin necesidad de recortes ni rescates y además todo ello a través de elevar al máximo nivel la fiesta circo, porque la otra, que le estorba, solo interesa y la defendemos los integristas ¿toristas?, ja,ja,ja, a los que Ud. le gustaría amordazar y si fuera posible quizá eliminar, ¿es una amenaza?, nunca lo hubiera creído de alguien tan modoso y educado como Ud. D. Simón y además en su magnificencia se atreve (¿no le parece un poco osado?) a proponer en su legítimo derecho cambios reglamentarios de unas normas ya desfasadas para su posmodernidad, claro está que mirando solamente por el bien de la fiesta (no seáis mal pensados), por supuesto contando con los únicos que saben de esto, que son Ud. y los salvadores de la patria de su cuerda, también empresarios, que en algunos lugares van en comandita, y los “más más” que son los profesionales.
Y me pregunto ante tamaña demostración de libertad (¿o será libertinaje, o viejo liberalismo de los maravillosos mercados y sus mercaderes?) ¿no tienen Uds. YA suficiente mano ancha para hacer y deshacer a su antojo?, y voy y me respondo, ingenuamente, que quizá es que son insaciables, no golfos no por favor, que eso es un mero accidente geográfico marino y aprovechando que hablamos de agua y que el Guadiana pasa por Mérida, mejor los definiría como pirañas, unos pececillos simpáticos, pero de los que tienen los dientecillos sólo para defenderse de tanto desaprensivo indocumentado talibán y alimentarse, por supuesto, faltaría más, nunca para atacar a los incautos, que sería la acepción no muy acorde con su limpia trayectoria, todo hecho con seriedad, rigor, integridad y honradez.
En compensación por tan ímprobo esfuerzo, me gustaría sugerirle que no se preocupe por los de los “micrófonos”, los tiene Ud. todos a su favor porque nosotros como Ud. comprenderá no tenemos ni para una simple megafonía de las de antiguo, porque sus precios y los de algunos de sus colegas no dejan “pá” mucho y menos a estos fastos como los de su adorado Nimes…pero eso está solucionado, al menos para los más jóvenes, que son el futuro, porque ahora algunos de sus amigos del G 10 los alivian con ese invento de sufragar una parte, aunque parece que ni aún así, será cosa de repetición de “sota, caballo y rey”, tanto en toreros como en el “terrorífico toro” que suele Ud. acartelar, salvo honrosas excepciones, por aquello como el jamón “entreverado”.
GRACIAS por todo D. Simón…¡ah! un último favor, ya que no somos nadie para que Ud. nos considere, ni afectamos a su caja ¿sería mucho pedirle en su magnanimidad que nos deje en paz y siga su ruta, la de la “piritifláutica” fiestecilla circo?, porque le aseguro que nosotros seguiremos la nuestra, la de la tartanilla, la de los chiflados de la Fiesta en la que nada tiene importancia si no hay toro, ¿qué tontería, verdad D. Simón?, pero seguro que Ud. puede. Gracias nuevamente, generoso. Como ve somos pesadamente agradecidos, es lo menos que se merece Ud.