Por Juan Antonio.
El chofre
Impresentable borregada domesticada la que se ha liado hoy en la plaza francesa que más bien parece una plaza de las de Despeñaperros para abajo. Mansada que se le simulo la suerte de varas. Blandeando y dejando hacer a los torerillos todo lo que les dio la gana. Aun así el mejicano que tomaba la alternativa consiguió cortar dos orejas porque la borrega le pegó un revolcón de mucho cuidado. El Juli le regalaron otras tres y al Perera no le regalaron ninguna porque estuvo hecho un tostonzazo con la espada, que si no se lleva otras tantas.
Lleno en los tendidos (faltaron pocas entradas por vender) de un publico festibalero y aplaudidor. Lo aplaudían todo. Más parecía un la plaza de mi pueblo que una de Francia.
Me había acercado con la esperanza de ver algo parecido a una corrida de toros y ver como está el Juli este año. Sigue con poder temple y clase, pero ante unas borregas ya saben aquello que encabeza la Página: Nada tiene importancia si no hay toro.
Algunos muletazos buenos ante los dos borregos pero insisto, eso, ante dos borregos domesticados, con lo cual no tienen ningún valor. Me hacen gracia cuando van ha ver al mistico o al tunante y los jalean porque han dado unos pases ante borregas domesticadas, pues bien yo no lo voy hacer con el Juli. No ha estado mal, pero de la misma manera que hubiera estado ante un carretón de la escuela.
De Perera ni hablo, no he visto un tío más malo y torear tan de cara a la galería metidos entre los pitones cuando ya la borrega no podía con los huevos.
El mejicano que tomaba la alternativa más de lo mismo fuera cacho pico y todo eso del toreo moderno insoportable.
En el cuarto toro ya no podía más, cogí mis bártulos y me puse camino de Irún. No se puede aguantar ya tanto aburrimiento y tanto destoreo. Allí se quedaron todos los festibaleros de Bayona. Este menda no volverá a caer en este circo. Es increíble que una plaza francesa llegue a estos niveles, ni cuando estaban los Choperas había estas corridas festivaleras.