Domingo Fernández Málaga y Pedro García Macías, aficionados
D. Joaquín Vidal publicó en “El País” el 9 de febrero de 1977 un artículo cuya transcripción literal viene a continuación :
“¿La sombra de los Chopera?. Quizá sería mucho decir de los hermanos Victoriano y José Roger Cuevas, los Valencia, cuando menos por ahora. Chopera es una cosa con abolengo (en lo que cabe) y poder; administra toreros, explota plazas de toros aquí y en América, mueve hilos, influye, manda. Pero los Valencia, a la que salta, ya les han hecho pupa en la plaza de Vitoria, y en pública subasta se la han arrebatado, a pesar de que fue uno de los feudos intocables de aquellos empresarios vascos durante treinta años. Y ahora se han plantado en medio de sus dominios de Extremadura, y llevan la plaza de Plasencia, como una contestación. Aunque otra cosa ¿que esa contestación sea rentable, o por lo menos que lo haya sido durante la temporada 1976?. Porque si bien el placentino tiene verdadero entusiasmo por su ciudad y su feria, y colabora en ella, en tanto que la empresa le ofrece los mejores carteles, con los triunfadores del año anterior, la verdad es que no hay afición suficiente para llenar la plaza. De donde se deduce que los Valencia no tienen allí demasiadas opciones para redondear el negocio. De las tres corridas que dieron en la feria de junio, sólo se hizo buena taquilla en la de rejoneadores, que además fue televisada, y esto ayudó para equilibrar los presupuestos. La plaza es propiedad del Ayuntamiento y el contrato de arriendo de la actual empresa, finaliza en este año 1977.Si salvamos los cosos de Trujillo -que lleva Teodoro Matilla- y Talayuela, donde Luis Alviz montó una plaza portátil (sólo se dio una corrida de toros durante 1976 en cada una de estas poblaciones), lo demás es Chopera, más o menos puro.Compartir Tuenti Menéame
La plaza de Cáceres la tienen arrendada por tres años los Chopera chicos y han dado tres corridas de toros, que es número excesivo a juzgar por los propios arrendatarios: «La comisión de festejos no quiere que, en este aspecto, Cáceres vaya a la zaga de Mérida, pero hay una realidad: una corrida en la feria de mayo y otra en la de septiembre, bastan para las necesidades de la afición cacereña.» Números cantan, parece ser. La afición decrece, en efecto, aunque hay que tener presente el factor tiempo, que influye enormemente en las ferias cortas -como es el caso- y que se presentó muy malo los días en que se habían montado las corridas. De todas maneras hay síntomas de que los Chopera pudieran quedarse sin esta plaza, pues el propósito del Ayuntamiento es concederla a un empresario extremeño, para que valore mejor las auténticas inquietudes, pudiéramos decir taurinas, de los cacereños, y ese empresario acaso sea Luis Alviz.
La casa Chopera construyó la plaza de Badajoz, con derecho a su explotación durante treinta años, al término de los cuales revertirá al Ayuntamiento. Se inauguró en 1967, y la llevan, por turno, las dos ramas de la familia. Hasta diciembre último ha estado a cargo de los chicos (hermanos Martínez Uranga). Se dieron en la temporada cuatro corridas de toros, con buenos rendimientos, por supuesto, mejores que en el año anterior, pues había remitido mucho la afluencia de portugueses, que constituían la principal clientela de este coso. Los portugueses, estabilizada la vida política de su país, han vuelto a la tradicional feria de Badajoz. No quiere esto decir que no haya buenos núcleos de aficionados pacenses, la mayor parte de los cuales se reúnen en el Club Taurino Extremeño, muy bien instalado en un edificio de cuatro plantas, el cual cuenta con un museo dedicado a Antonio Bienvenida, que ha sido dotado con importantes recuerdos del maestro, donados por la vizcondesa de Burguillos; o también en las peñas Tendido 4 y La Cochinita. Pero de todas formas no cabe duda de que la fiesta decae en Badajoz, porque las empresas no se han preocupado de fomentar la afición, como es debido.
Cuatro corridas de toros se dieron en Mérida, donde hay mucha afición, quizá la más numerosa y entusiasta de toda la provincia. Propiedad particular, la plaza la tienen en arriendo los Chopera chicos, aunque, quizá a efectos administrativos, figure como empresario su hombre de confianza, Raúl Recuero. Los aficionados locales se reúnen, principalmente en el Círculo Taurino de Mérida y en la peña El Cencerro.
Los Chopera grandes son los accionistas de Espectáculos Extremeños, sociedad propietaria de la plaza de Almendralejo, si bien su testaferro es Antonio Ródenas. En este coso se dio una sola corrida de toros, con motivo de la feria de la Vendimia, y la afluencia de público fue notable. Luis Reina, torero local en el que ponen sus mejores esperanzas los extremeños, tiene aquí una peña muy concurrida.
Los duques de Feria legaron el castillo de Barcarrota a toda la población, y en él hay habilitada una plaza de toros, que administra el Ayuntamiento, el cual la cedió en arriendo al ya mencionado Ródenas (es decir, en el fondo, a los Chopera grandes o hermanos Martínez Flamarique). Sólo se celebró en ella una corrida de toros, aunque con gran éxito de taquilla, pues tradicionalmente acuden al festejo de feria gentes de toda la comarca.
Se dice de la plaza de toros de Zafra que es incomodísima, la peor de la provincia. De ahí que exista el proyecto de construir otra, para lo cual se subastaron los terrenos adecuados, que fueron adjudicados a Raúl Recuero, en representación de los Chopera chicos. Pero el problema es que Ródenas, en nombre de los grandes, tiene contrato de explotación de la vieja plaza por un resto de seis años (lleva ya otros seis) y de ahí que las obras del nuevo coso no se iniciaran el pasado mes de octubre, como estaba anunciado. En 1976 hubo en Zafra una corrida de toros nada más. El pleito entre Choperas (o, si se quiere, entre Recuero y Ródenas) más lo incierta que puede ser tamaña inversión como supone construir una plaza de toros para una sola corrida al año, hacen problemática la viabilidad del proyecto del nuevo coso de Zafra.”
Al “hilo del pitón” aprovechamos la coyuntura para hacer unas matizaciones como complemento, con el permiso de D. Joaquín (a quien cada día echamos más en falta), sobre cuál es la situación actual de la Fiesta de los Toros en nuestra Comunidad Autónoma, pasados la friolera de …35 años.
Como nos ilustraba el maestro Vidal, el panorama empresarial en aquellos finales de los años 70 estaba controlado por la familia Chopera, en sus dos vertientes Chopera y Choperitas, con sus hombres por delante Ródenas y Recuero, en cuanto a entidades taurinas las principales eran el Club Taurino Extremeño de Badajoz y el Club Taurino Emeritense en Mérida (que el maestro Vidal llama Círculo Taurino de Mérida) y otras poquillas más, sin embargo por ejemplo en aquellos tiempos a la feria de Mérida, por citar lo más cercano, la gente se desplazaba de todos los pueblos, era el referente…ahora somos la irrisión.
Actualmente es la empresa Cutiño / Domínguez, con buenas relaciones especialmente con los Choperitas, propietarios del Coso de Pardaleras de Badajoz, quien marca la forma y manera de estructurar las ferias en las plazas de Olivenza (2ª), Zafra (3ª), Badajoz (2ª), Almendralejo (3ª), Herrera del Duque (3ª) y Don Benito (3ª), inaugurada el año pasado, mientras que las de Mérida (2ª) ha sido gestionada por empresarios como Ródenas, Marca, Romero Leal y actualmente la familia Postigo (D. Gustavo, el padre ha fallecido este año, desde aquí nuestro pésame a la familia), dejándola convertida en un erial.
En Cáceres (2ª) José Félix González, los últimos años Manolo Martín hasta la sinvergonzonería del año pasado y este año ha sido adjudicada al ganadero – empresario taurino de Huelva Sr. Millares con polémica en el proceso de adjudicación, parece ser que con incumplimiento de lo recogido en el pliego de adjudicación al no dar festejo en San Jorge y que decir de la impresentable Feria para San Fernando, Plasencia (2ª)ha sido adjudicada este año a los hermanos Hebreros y Trujillo (3ª) ha pasado por diversos empresarios entre otros el Sr. Población, en cuya plaza en diversos años hubo amagos de que se iba a lidiar una corrida de D. Adolfo Martín en su Feria del Queso a principios del mes de mayo, pero nunca llegó a celebrarse y este año tampoco a pesar de que pintaba bien a principios de año.
Debemos resaltar que, si nuestra información es correcta, la empresa dominante, Cutiño – Domínguez, ha intentado en repetidas ocasiones arrendar el “Coso del Cerro de San Albin” de Mérida a la familia Postigo (propietarios mayoritarios de la Taurina S.A.) sin que hayan llegado a un acuerdo satisfactorio para las partes y algo han “enredado” también con el de la “Era de los Mártires” de Cáceres, éste patrimonio municipal.
Ahora observemos algunos carteles en algunas de estas plazas donde predomina el medio torete con figuritas.
2010
2011
2012.
Sobre la Feria de Badajoz unas cosillas.
1ª) mucho tiempo estuvieron barajando José Tomás y su apoderado Salvador Boix la fecha y lugar del comienzo de su “amplia temporada”, con gran apoyo mediático y tras deshojar con parsimonia la margarita, con gran parafernalia mediática, decidieron que fuera en la Feria de San Juan, obnubila al personal, se lo lleva calentito (hace bien porque puede, lo exige y se lo dan), “tira” del abono, se atasca la ciudad y todos, bueno la mayoría, contentos.
2ª) el matador de toros pacense Javier Solís merecía haber estado en los carteles al haber sido el triunfador de la Feria de San Juan del año 2011 ante toros de la ganadería de Luis Albarrán que también hizo merecimientos para repetir, así como Israel Lancho que cortó dos orejas
3ª) la feria más importante de Extremadura, a la vista está con los “cartelones” programados, también se queda sin novillada picada, total la gente guapa no va y como dicen los empresarios con visión de futuro, se pierde dinero.
4ª) como se puede observar, una forma de hacer carteles, que entraña una filosofía de fiesta que no es otra que toreritos figuritas y lo que salga por toriles pues lo que ellos han impuesto que les pueda “permitir colaborando”, ponerse bonitos y ¡a disfrutar!.
5ª) como “nada tiene importancia si no hay toro” habría que resaltar solamente que Antonio Ferrera para celebrar sus quince años de alternativa se acarteló el día 24 de junio en solitario con seis “victorinos”, que aunque ya no son lo que fueron no dejan de ser grises albaserradas, con los que estuvo más que digno, siendo declarado el triunfador de la feria. Pero por una vez y sin que sirva de precedente, vamos a explayarnos algo más y por ello a continuación transcribimos lo que escribió Domingo, en el blog “torotoreroyaficion”, al día siguiente de la “histeria colectiva” del día 25 de junio,:
“Voy a aprovechar un huequito que tengo para tomar un café, y escribir, disculpen la brevedad, sobre lo acontecido ayer en la Plaza de Toros de Badajoz, en tarde plácida, quizás pelín calurosa, apenas se alcanzaron los 41º, se anunciaban reses de Garcigrande y Domingo Hernández, valga la redundancia, en general conocidos como Garcichicos por todos, y por Bambichicos por los mas ocurrentes que no es mi caso, en estos casos, uno espera salgan por chiqueros 6 birrias, sin fuerza, sin casta y sin trapío, es a lo que nos tiene acostumbrado el ganadero por estos lares, pero la cosa no fue así, la presentación no estuvo mal, repito en mi humilde opinión, y conociendo que estamos en Badajoz, bien presentados primero, segundo y sexto, justos de presentación cuarto y quinto, e impresentable la “ratita” que hizo tercero, en cuanto a su comportamiento fue al revés, 5 perritoros según el neo-modelo de Toro que busca su ganadero, y uno, el eralito adelantado que salió en tercer lugar, que se vino arriba en el último tercio buscando la muleta con codicia y nobleza.
Sobre la actuación de los coletas que se anunciaban, Julián López “El Juli”, fue al que le correspondió el único animal que había que torear, y no tuvo a bien hacerlo, si el toreo es Parar, Mandar, Templar y Cargar la Suerte, nada de eso ocurrió, vayamos por partes:
Primero, Parar, consistente en citar al Toro, para inmediatamente dirigirle en su trayectoria, el animalito codicioso se arrancaba generalmente, especialmente en los primeros lances de la faena, siempre antes de ser citado pillando desprevenido al torero que tenía que improvisar. Segundo, Templar, consistente en acompasar la embestida del Toro con el movimiento de la tela, de tal manera no sólo que Toro y Tela vayan unidos sin rozarse, alcanzando mayores grados de excelencia si además de acompasar la embestida esta se ralentiza, digamos se convierta en suavidad, enganchones no hubo, pero tampoco compás y mucho menos suavidad. Tercero, Mandar, consiste en imponer el dominio al animal, dirigiendo la trayectoria de la embestida con el engaño, de tal forma que el inicial recorrido en línea recta del toro se transformar en circular alrededor del torero si este lleva hasta el final el muletazo, esto tampoco ocurría, el animal apenas era enmendado de su trayectoria salvo al final del muletazo que era despedido hacía las afueras del torero. lugar, que se vino arriba en el último tercio buscando la muleta con codicia y nobleza. Cuarto, Cargar la Suerte, se trata de convertir en el eje del Toro la pierna que torea, sobre la que se carga el peso del diestro, la diestra en el toreo con la mano derecha y la siniestra en el toreo al natural, para ello está pierna debe estar básicamente adelantada, y no escondida tras la otra pierna que es sobre la que gira el torero para ligar y seguir presentando adelantada la pierna que carga la suerte, el toreo de El Juli fue todo descargando la suerte, incluso en el primer muletazo, este punto de cargar la suerte está muy asociado con el tercero , el de mandar, incluso muchos autores, los mas clásicos, lo presentan como incluido en el mismo. Ciertamente no se puede mandar sin cargar la suerte, si bien se puede cargar la suerte y no mandar si el Toro se le expulsa hacia fuera, aunque tampoco estaríamos hablando con corrección si decimos que en ese caso se ha cargado la suerte.
Esto en cuanto a lo poco sustancioso del festejo, propiciado por el animalito de impresentable presencia que tuvo algo que torear, los otros 5 perritoros, a los que se les aplicó el monopuyazo, donde alguno metió riñones para luego desistir, se les banderilleó por trámite y sin lucimiento, llegando sin emoción, donde provocaban mas lástima que miedo, al tercio de cortar orejas, ante ellos, Padilla estuvo vulgar como siempre, no peor que sus compañeros, pero sin caer en gracia al respetable, para el cual era básicamente el Telonero.
José Tomás, en su primera comparecencia de la temporada, no tuvo Toro con el que juzgar sus capacidades toreras, mas allá de su inmejorable puesta en escena, la quietud es su identidad y desprende el aroma de los elegidos, la lástima para los amantes de la Tauromaquia es que no tenga interés por saber si está capacitado para volver a darnos aquellas tardes de Toreo Puro y Profundo con las que nos deleitó a finales de los 90, antes de esa involución hacia una verticalidad excesiva que limitó la profundidad de su toreo, y un manifiesto desinterés por la lidia de sus animales, que en el caso de su primero convirtió aquello en una capea de mozos del pueblo.
Sobre las estocadas, la que no cayó baja, lo hizo tendida o trasera, o sino baja, tendida y trasera, mas o menos fulminantes todas, que permitió al respetable la petición y concesión de despojos sanguinolentos, que para algunos es el fin último de esto, por esa manía inexplicable de cuantificarlo todo.(…) Todo esto, según mi leal saber y entender.”
Unas palabritas, no merece la pena más, sobre el día 26 de junio, que actuaron 3 toreros 3 de lo más florido del G 10, Morante, Manzanares y Talavante, ante reses de lo más representativo del “torete artista”, publicadas en la web “Opinión y Toros”, muy indicativas, por una parte, la taquilla, a pesar de quienes estaban en el cartel y el paisanaje talavantista, y por otra de lo que salió por toriles en el coso de Pardaleras : “Con poco más de media entrada se han lidiado toros de Zalduendo, pobres de presentación y bajos de casta, aunque se prestaron al juego. Hasta el último toro de la tarde, lo más significativo de la corrida había sido el grito desde los tendidos en el segundo toro de Manzanares, un grito profundo, claro y conciso con toda la plaza en silencio “vais a acabar con lo poco que queda”, más claro agua”.
Por supuesto de lo sucedido en la Feria de San Juan ha habido opiniones totalmente discrepantes. Unas, las de aficionados en blogs y de algún que otro medio de comunicación en webs y en papel, que en líneas generales, con algún que otro matiz, coinciden con nosotros, y otras muy diferentes, en las antípodas, las de algunos medios de comunicación, incluido Canal Extremadura y webs taurinas, apoyando esta fiestecilla circo con botafumeiro incluido.
Todo esto da idea de cómo está la fiesta en Extremadura. Según nuestro “leal saber y entender” en la afición extremeña se da una dicotomía, por una parte aficionados, los menos, los que llaman “del autobús” y nosotros denominamos de “la tartanilla”, para quienes “nada tiene importancia si no hay toro”, que buscamos en el tendido la emoción que en principio da la presencia de toro en el ruedo y su lidia en los tres tercios, que soñamos, de forma utópica, con el toreo a la verónica, con la competencia entre los toreros, con los quites, con la ejecución de la suerte de matar según los cánones, y por otra un espectador mayoritario que, en uso de su legítimo derecho porque cada quien con su dinero hace lo que entiende pertinente, simplemente va a pasar un rato y a disfrutar, un público poco o nada exigente en cuanto a presentación, integridad y trapío de las reses que saltan al ruedo, que entiende la suerte de varas como un desagradable trámite, y su acento lo pone exclusivamente en la muleta, que sale frustrado si los trencillas de turno no llenan los esportones de despojos. Algo muy preocupante: la falta de interés de la juventud, por la fiesta de los toros, salvo raras excepciones y en las fiestas de su pueblo.
Preocupante lo relativo a las novilladas con caballos casi desaparecidas. En este apartado cabe destacar las que organizan desde hace un par de años en Moraleja (Cáceres). ¡Que decir de ganaderías como Conde de la Corte, Hernández Plá, Victorino y Adolfo, nada o casi nada lidian donde crían sus toros!. Importante el esfuerzo llevado a cabo en Talayuela (Cáceres), donde el año pasado se lidió una corrida de D. Adolfo Martín y ha repetido este año el 21 de abril. Otras ganaderías como Dolores Aguirre, Cebada Gago, Cuadri, Prieto de la Cal, y de encastes como santacolomas, saltillos, coquillas, contreras, gracilianos, atanasios, etc…no existen para los empresarios que gestionan las plazas extremeñas, y nos preguntamos ¿quizá será porque pretenden preservar la cabaña brava autóctona más encastada para que se lidien en otras plazas de fuera y puedan emocionar a esas aficiones?, ¿quizá será porque piden cobrar su dinero que vale criar su toro?, ¿quizá será porque no “cuadran” con las figuritas?, ¿quizá será porque las aficiones extremeñas de los distintos lugares no las demandamos y exigimos en nuestras ferias?, de cualquier manera no olvidemos el pequeño detalle de que hay más de 120 ganaderías de reses de lidia en nuestra tierra.
Por otra parte es resaltable que han proliferado las entidades taurinas en pueblos y ciudades, lo que sonaría bien si no fuera porque la mayoría, salvo honrosas excepciones, son para dar premios y hacer “calderetas”, e incluso hasta tenemos una Federación a nivel autonómico, que no hace mucho se ha sumado a la creación de la UFTAE (Unión de Federaciones Taurinas de Aficionados de España, casi ná), aunque cualquier parecido a las importantes funciones que desde nuestro punto de vista debiera cumplir con la que está cayendo es mera coincidencia, pero no olvidemos que es lo que quiere la mayoría.
Por último es importante destacar que en todo este entramado por una parte los Ayuntamientos colaboran económicamente con las empresas, en mayor o menor medida y este año menos por la llamada “crisis” que con todo puede, y que hace años se creó el Patronato de Tauromaquia de Diputación de Badajoz, que ha tenido una incidencia muy importante en la generación de toreros, algunos inclusive han llegado al “jediez” como Perera y Talavante, y en el apoyo a las entidades taurinas, entre ellas de forma especial a la Federación, y que el canal de la televisión autonómica, Canal Extremadura, se dedica a difundir algunos de los espectáculos circenses que se dan en la mayoría de los cosos extremeños, eso si sólo en plazas fijas no en portátiles aunque pudiera ser un festejo con interés para el aficionado más serio y riguroso como la corrida de toros cinqueños de Adolfo Martín en Talayuela para un cartel de toreros más que interesantes como Javier Castaño, Morenito de Aranda y Serafín Marín y como lo cortés no quita lo valiente, algo bueno, que son los reportajes del toro en el campo que pueden merecer la pena para saber quien es quien en el campo bravo y conocer labores camperas como herradero, tienta, saneamiento etc…y otras no tan “majas” como la manipuladora del dichoso enfundado de los cuernos. Por último el periódico Hoy desde hace un tiempo está haciendo una labor, con luces y sombras, en misa y repicando, de información y divulgación, con página taurina diaria, pero en conjunto interesante, sobre todo por las crónicas de los festejos, especialmente las de Juan Ángel Franco.
No obstante como cada quien es libre de hacer lo que entienda pertinente, en cuanto a lo que monta y de asistir o no al tendido, pues mientras a Cutiño – Domínguez, a corto plazo, les suene bien la caja con estos planteamientos, nos preguntamos ¿para qué van a cambiar el rumbo?.
Resumiendo, en Extremadura sucede lo mismo que en la mayor parte de las ferias y plazas de este país, salvo en contados lugares del centro y el norte. “Sota, caballo y rey”. Predominio del monoencaste “domé”. Las figuritas del “jediez”, incluyendo los de la tierra y de vez en cuando algunos otros toreros también extremeños. En varas el rasponazo. Estética sin ética. Cantidad que no calidad. Capote y muleta, ausencia de verdad, abundancia de adocenamiento y monotonía que conlleva aburrimiento. Ausencia de competencia en el ruedo. La espada donde caiga. Llenar los esportones auspiciado por presidencias, habitualmente, colaboradoras y orejeras. Aquello de la exigencia, la imaginación, la improvisación, la emoción, el riesgo, la lidia y el arte, que se produce en la conjunción del toro con casta, trapío, integridad, poder, humillación y movilidad y el torero que mediante la lidia le puede y somete y lo torea, parecen, parafraseando al poeta, “cosas de poca importancia”.
En fin esto está para salir corriendo, cuesta abajo y sin frenos, pero a pesar de todo hay que seguir, mientras el cuerpo y la mente aguanten, asumiendo las dificultades que ello conlleva…y por supuesto, hasta Albert Einstein tenía claro (un poquillo de humor no viene mal), que