Por Eneko Andueza.
“Como en la barra de un bar”, así titula el vídeo que acabas de observar una de las páginas oficiales del taurineo. Como en la barra de un bar y no como en un tentadero en el que se aprueban las madres que harán una futura ganadería de bravo, así se comportan el ganadero y el matador de toros que protagonizan este “tentadero” en Fuente Ymbro.
Juzguen ustedes mismos lo que han visto y trasládenlo a la vida real, a la situación actual de la fiesta de los toros, a la fiesta que nos han impuesto estos “profesionales” de la tauromaquia.
Podrán comprobar como todo es una sucesión de acontecimientos que se inicia en la crianza de un animal, como en la barra de un bar, para terminar derrochando cualidades propias de un animal “tabernario” en le ruedo.
Me hubiera parecido de mal gusto observar como un muchacho con un punto de valor porfía con una chota cansada en una despedida de soltero o en una fiesta de cumpleaños. Pero no, no es lo que nos ocupa. Me horroriza pensar cómo dos personas que viven de esta fiesta y, principalmente del toro, pueden llegar a burlarse de forma tan denigrante de un animal tan magnífico y respetable.
Una eralita domesticada a merced de un sujeto que por su actos jamás podrá ser tachado de torero, que se mofa del animal, que le falta al respeto absolutamente poniendo de manifiesto su poco gusto y su poco agradecimiento a este animal y a esta fiesta que ha dado de comer a sus hijos.
Como en la barra de un bar a altas horas de la mañana, así se ha comportado delante de la eralita. Sin duda, ha dado un gran espectáculo bufo a sus amigos y al señorito dueño de la finca. Se le da bien eso del toreo bufo, bastante mejor que el serio.
Peor me lo ponen si de hablar del “ganadero” se trata. Él, supuesto poseedor del secreto de la bravura, hombre que debiera cuidar con mimo, respeto y amor de padre a todos los toros, vacas y becerros que habitan en su dehesa, deja grabar como se mofan de esa eralita domesticada, aborregada, carente de cualquier atisbo de bravura.
Se le debiera caer la cara de vergüenza observando como un tentadero en su propia casa se convierte en un teatro sin gracia en el que la gente se ríe de las gracietas que un sujeto hace a costa de un ser, de una futura madre de su ganadería. Un señor que permite semejante cosa no puede llamarse ganadero.
A un lado dejo la calificación sobre la erala, ya que las imágenes se bastan para demostrar cómo seleccionan la bravura muchos de los ganaderos actuales.
Pero no es de extrañar que esto suceda y que, para colmo lo publiquen en su medio “oficial” ya que es la imagen que quieren dar a los que aún no saben de qué va esto. No es de extrañar, porque, al fin y al cabo es la fiesta que quieren, y lo que es peor, es la fiesta que están haciendo.
Así de “agustito” quieren torear esos “toros bravos” que se “dejan en la muleta”. Así respetan al toro, a la fiesta y a los aficionados. Y así nos luce el pelo, como en la barra de un bar, en lamentable estado y a las cinco de la mañana…..
Este tipo de actitudes debieran de ser el bochorno de toda fiesta, y sin embargo va camino de ser el espectáculo cotidiano en las plazas de toros.
A mi sin duda, me dan ganas de echarles a patadas del bar. Gente como esta no debiera estar permitida en este “establecimiento” llamado fiesta de los toros. Sinceramente, dan ustedes mucha pena.